En todo el país, desde mediados del mes de diciembre, existe la tradición de rezar la Novena y construir pesebres o nacimientos que representan el Nacimiento del Niño Dios. Esta costumbre se mantiene desde la época de la Colonia y se ha convertido en un importante referente de la profunda fe católica del pueblo ecuatoriano. Estatuillas de la Virgen María, de San José, del Niño Dios, de los Tres Reyes Magos, ángeles y pastores forman parte de una perfecta ambientación con pequeñas casas iluminadas, animales, plantas y todo tipo de adornos, que rememoran el lugar donde nació Jesús en Belén.

Las Iglesias preparan hermosos nacimientos con figuras de tamaño real y en las casas se acostumbra reunirse en familia para rezar la novena y cantar villancicos. Al final se ofrecen comidas típicas como tamales y buñuelos de maíz con miel de panela.

En Manabí se está revitalizando el juego de los chigualos, que combina la visita a los pesebres con juegos como “El florón está en mis manos ...” , con los amorfitos, coplas pícaras que tienen respuesta al estilo contrapunto.


Pase del Niño Viajero > Cuenca, Azuay

En Cuenca, provincia del Azuay, se realiza el Pase del Niño más espectacular del país: El Pase del Niño Viajero.. La mantenedora, Rosa Pulla, invita numerosas personas a que preparen los carros alegóricos o disfracen a sus niños, y en la víspera les brinda pan y chicha rituales. Por las calles de esta ciudad Patrimonio de la Humanidad avanzan los carros alegóricos con escenas bíblicas, rodeados de comparsas infantiles, gitanos, indios, angelitos, personajes de la televisión, sobresalen los niños y niñas mayores que cabalgan sobre un castillo de ofrendas, vestidos como el cholo y la chola cuencanos con lujo y bordados. Vienen también danzantes del Tucumán que trenzan cintas en torno a un poste.


El Niño de Isinche

Como otras imágenes religiosas, este Niño apareció milagrosamente durante la Colonia y el culto se mantiene viso (Dicen incluso que la figura crece unos milímetros cada año)

Para el Pase del Niño de Isinche, visitan días antes, con un agrado o regalo, al hacendado dueño de la imagen. Luego alquilan los trajes y contratan a los cantores. La procesión sale el 24 por la mañana de la capilla de la hacienda rumbo a Pujilí. Entre los personajes se destaca el amo mayordomo a caballo con el rostro cubierto por una tela quien da órdenes a gritos. Vienen también los payasos y las mujeres con grandes velas, pero lo característico son los negros del rey mozo, con las caras pintadas de hollín y las ropas de tela espejo, que sirven de palafreneros de un niño vestido de rey. Participan también los negros de camisa que traen llamas (camélidos andinos) con cintas de colores y colchas con ofrendas, licores y cigarrillos.

Fuente
Fiestas Populares - Ministerio de Turismo
Fecha: 07 /12/ 2007