El 2 de noviembre de cada año se celebra el Día de los Difuntos, fecha de singular importancia en el calendario de nuestras fiestas populares que se caracterizan por una mezcla de folklore, tradiciones y costumbres ancestrales.
En ciertas comunidades indígenas sus habitantes van al cementerio a visitar a sus muertos, familiares y seres queridos, con los que metafóricamente comparten los alimentos que llevan, comiendo en el mismo lugar de las tumbas, ritual que se realiza con la creencia de que la muerte es un mero paso a otra vida similar a ésta.
Son reconocidos por estas tradiciones el cementerio de Calderón, que se encuentra a 15 minutos de Quito, así como el de Otavalo y Cotacachi, en la provincia de Imbabura. En Ambato se realiza también una feria de artesanías, en la que se acostumbra regalar juguetes artesanales a los niños, razón por la que tomado el nombre de “Navidad Chiquita”
En estas fechas como parte de un rito ancestral se elabora y se consume la colada morada, una bebida hecha de maíz negro, especias, hierbas aromáticas, mora, mortiño, piña y otras frutas; y, las “guaguas” de pan, moldeadas y adornadas con forma de niño pequeño, a veces rellenas de dulce.